Lava y Cuida la Ropa Delicada con Estos Consejos
La mayoría de la gente se siente culpable de tener prendas de vestir que son sus favoritas, así que cuando se trata de mantenerlas limpias, hay mucho que está en juego. Los consejos y secretos para lavar la ropa pueden ser muy útiles, pero también peligrosos si no proporcionan el resultado deseado.
Sigue leyendo mientras desmitificamos varios mitos populares para el cuidado de la ropa delicada y te mostramos cómo lavarla de la manera correcta.
1. Mito: No puedes poner sostenes o lencería de encaje en la lavadora.
Verdad: Si lanzas tu ropa interior en la lavadora automática como cualquier otra prenda de vestir entonces probablemente tendrás que desenredarla y estirarla. Sin mencionar que los detalles del encaje se deshilachan cuando se frotan con otra ropa. Pero el lavado a mano no es la única opción y puedes lavar tu ropa delicada en la lavadora, pero bajo las condiciones adecuadas.
La manera correcta: Usa una bolsa de malla para lavar para proteger los sostenes y la lencería delicada en el ciclo de lavado y después cuélgala para que se seque. Sí, es así de fácil.
2.Mito: Las blusas de seda solo se lavan en la tintorería.
Verdad: Siempre que la etiqueta no diga específicamente "lavado en seco solamente", el lavado a mano es seguro para los tejidos de seda.
La forma correcta: Llena un lavamanos con agua tibia o fría y una pequeña cantidad de detergente líquido seguro para la ropa delicada, como Tide Líquido Free & Gentle. Agita ligeramente de tres a cinco minutos, enjuaga bien y pon a secar sobre una superficie plana.
3. Mito: Las botas de piel de carnero pueden ir en la lavadora.
Verdad: Poner botas de piel de carnero en la lavadora las hará encoger, perder su textura suave y lucir deformes.
La forma correcta: Limpiar el área que sea necesaria. Con una esponja ligeramente mojada, humedece la superficiede las botas, aplica un limpiador de piel de carnero con la misma esponja y frota suavemente. Enjuaga ligeramente con agua fría (no dejes que la tela se empape), después rellena con papel el interior de las botas de manera que conserven la forma mientras se secan. Una vez que se sequen, cepilla ligeramente la superficie con un cepillo de gamuza para suavizar la textura.
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